Jornada polémica en la Cueva Santa

La etapa comenzó con algunas ausencias. Faltaban Diego, Fernando y Paco, entre otros. Lo extraño era la ausencia de Moiso. ¿Dónde se había metido? Había quedado conmigo en hacer la ruta sin parar, pero no estaba en la salida. Lo de llamar al móvil a las siete de la mañana lo llevo un poco mal...

Poco a poco nos fuimos juntando el resto de clásicos de la peña. Un placer volver a ver a Andrés y a José Luis después de un tiempo en que no coincidíamos. ¡Y a Alejandro! Una de las ausencias notables era, como viene siendo habitual, David. Las buenas lenguas dicen que se fue a hacer un tras-camión al circuito de Albacete, para acabar de preparar la Quebrantahuesos. Las malas, afirman que para eso sí que es capaz de madrugar, pero que su participación en Sabiñánigo es una utopía... eterna. Siempre nos quedará la posibilidad de formar a los hermanos Schleck para la causa.

Poco antes de Bétera nos indicaron desde el coche que Moiso venía cerca. Yo imaginaba al bravo ciclista de la Avenida del Ecuador rodando a degüello para alcanzarnos. En ese momento iba al final del grupo, mientras circulábamos a unos 35 km/h. Me sorprendió ver cómo avanzaba con facilidad a todo el mundo en el puente. Le indiqué a la gente que redujéramos un poco el ritmo para esperar a Moiso. No hubo quorum. Mis intentos de bajar la velocidad a 25 km/h fueron frustrados por el ímpetu del resto de los mortales, y Dani acabó dándose la vuelta en la rotonda para cruzarse con Moiso. Yo, como imaginaba que los kilómetros desde ver a Moiso iban a ser brutales, decidí jugar a la inversa: esperar bajando el ritmo, por lo que me quedé descolgado a propósito. El resto de gente se fue hacia delante.

Me alcanzaron poco después de los cuarteles de Bétera. No fue tan grave esperar... y ahí se montó el follón. Cuestión de ética. Todos acabamos teniendo parte de razón. Moiso, por su parte, sabía que se había dormido y no exigía nada a nadie, en un gesto que le honra.

Dani y yo decidimos esperarle, creo que en otro gesto digno de elogio. ¿Por qué? Simplemente porque creo que Moiso lo merece más que nadie. Habría que rebobinar unas pocas etapas, por ejemplo a la de Eslida, y leer la crónica. ¿Os acordáis de quiénes pasaban cuando el viento en contra era demoledor? No éramos necesariamente los más fuertes, sino quienes queríamos colaborar con el resto sin preocuparnos el hecho de racanear para mejorar nuestras prestaciones en los puertos. Moiso fue uno de los más voluntariosos. Y es sólo un ejemplo. Siempre actúa así. Es por ello que yo era partidario de esperarle, además de, lógicamente, la amistad que nos une.

El resto de la gente no quiso esperar. Sobre el papel, tenían razón. ¡Que hubiera llegado a la hora! Eso es indiscutible. Si queremos ser más papistas que el Papa, es obvio que la ruta tiene una salida, y que el resto de compañeros habíamos hecho un esfuerzo por levantarnos antes. Es, cuanto menos, otro punto de vista del asunto, totalmente justificable.

Yo no quiero entrar en polémicas. Creo que no merece la pena. Simplemente expresar que mi manera de ver las cosas. No tiene que ver con la etapa en sí misma, sino con la vida en general. Suena un poco fuerte, pero es tal como pienso. No creo que en la vida seamos todos iguales, ni merezcamos todos lo mismo. El respeto se gana día a día. Hace poco, en el autobús que nos lleva al trabajo, un buen amigo decía algo así sobre la religión: "Te puedes pasar toda tu vida siendo un cabrón, el último día antes de morir te arrepientes de todos tus pecados y, resulta que te perdonan todo y acabas yendo al Cielo como el resto de los mortales. Para eso vale la pena ser un cabrón....". Yo estoy totalmente en contra de esto último (sí con lo que decía mi amigo, pero no con que sea justo). No creo que se deba aplicar la justicia por igual a todo el mundo. Estrictamente, el que mata es un asesino y el que roba es un ladrón, y merecen su pena según la ley que proceda. Por supuesto, en esos casos, hay que aplicarla con claridad y de manera equitativa. Pero hay muchas otras ocasiones en las que la Ley se presta a la interpretación moral del juez. En este caso, por ejemplo, todos teníamos nuestra parte de razón. Mi manera de ver las cosas (no tiene por qué ser la mejor), es darle la vuelta a la historia de mi amigo y la religión. Si a alguien le llega el juicio final (llamemos así a un "juicio moral", que pueda ser interpretado de diversas maneras), veré con distintos ojos su delito según si haya sido o no tan cabrón como decía mi amigo. Por eso, cuando a quien acabas "juzgando" es a un tío que no duda en esperarte en las marchas cuando vas mal, que pasa al relevo más que nadie sin importarle la absoluta promiscuidad por chupar ruedas de más de uno y, sobre todo, que es un compañero y amigo de los pies a la cabeza, para mí no hay duda.

El caso es que estas cosas han pasado, pasan y pasarán siempre en esta peña y en cualquier otro club. Os diría que en otros sitios mucho más. Mi experiencia con la gente de Hornos Martínez era un follón cada pocas semanas. Así que creo que hay que ser prácticos, entender la manera de pensar de cada uno, y actuar como te dicte el corazón, sin exigir nada al resto. Sinceramente, no creo que fuera un esfuerzo titánico el que hice por esperar. No soy ningún santo por esperar, ni Dani tampoco. Simplemente, hicimos lo que creíamos que debíamos hacer, y llegamos a 27 km/h de media a la rotonda de Olocau, una velocidad nada despreciable en cualquier otra etapa. ¿Hacemos un cisma por ello? Pues no. Cada uno que haga lo que quiera. Afortunadamente llevo casi diez años apuntado a Rodadores, y creo que estas cosas son hasta cierto punto normales en un grupo de personas. Cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, y pensamos diferente. Con ello quiero decir que, aunque discrepe de la actitud que mostrasteis la mayoría el sábado, también creo que sois unos buenos amigos que, en un momento dado, habéis pensado diferente a mí. No pasa nada. Seguramente no exista nadie con la razón absoluta en este caso. ´

Dani cogió un cabreo monumental. Se despidió de nosotros en la rotonda de Olocau. Hizo el camino inverso hasta la Cueva Santa. Luego vino con nosotros, asegurando que era su última etapa con Rodadores. Para zanjar este asunto, diré que espero que piense las cosas en frío. Yo creo que se replantearán las cosas. UC Rodadores perdería un gran socio si se fuera Dani. Podéis pensar de otra manera, pero ya me gustaría a mí que todo el mundo tuviéramos una actitud tan honesta en la vida como él. Por otra parte, Dani perdería el contacto con gente que es absolutamente cojonuda (algunos de ellos iban delante, no hay que machacar a la gente que allí estaba). Así que tanto unos como otros acabaríamos perdiendo, y lo mejor es que vuelva todo por su cauce. Dani, para cuando leas esto, espero que estés este sábado en la etapa... a Ahíllas (ya sabes que Moiso y yo somos un poco más bestias).

Sigamos con la etapa. Moiso y yo subimos con calma el Pico del Águila. En Gátova nos cruzamos con Chevi y Alejandro y, a partir de aquí ascendimos el resto del puerto juntos, con grandes conversaciones acerca de las orientaciones sexuales del más joven (el mayor de los Schleck). También les canté un poco del "Cómo me mola (ser un drag queen a la española)". Por cierto, ya me acuerdo del resto de la letra...

En Altura nos juntamos con el resto de la gente (¡al fin!). Antes de la Cueva Santa, hice unas pequeñas series en los repechos previos al puerto. Luego, acabé subiendo "tranquilamente" a causa de la puñetera alergia. Hay algo por allí que me mató. Me costaba muchísimo respirar, no hacía más que soltar mocos, así que me lo tomé con muchísima paciencia. Arriba, nos juntamos con Dani, pero de eso ya he hablado suficiente...

En Alcublas paramos un poco para almorzar muy rápido y hacer unos kilómetros extra camino de Oset; Moiso, Dani, los Schleck y yo. Irónicamente, cada vez que se quedaba Chevi estábamos en plan "¡¡¡que se joda, que hubiera entrenado más!!!". Obviamente, le esperábamos...

Nos juntamos con el resto de Rodadores en Alcublas. Al final de la subida del puerto (con tramo de tierra a lo Giro de Italia), nos juntamos con gente de Picanya, formando un grupo bastante amplio. Aquí decidí estar bien arropadito, para lo que quedaba después.

Cuando se fueron los de Picanya, tanteé un poco la opinión de la gente sobre otro asunto. Parece que es positiva. Así que os lo vuelvo a proponer por aquí, para que vayáis pensando en las fechas. Supongo que este año lo adecuado sería hacerlo para septiembre (aprox)... La famosa etapa que propuse hacer ya hace unos años en la Sierra de Madrid. Sería pasar un fin de semana en algún pueblo de la zona (tipo Manzanares el Real). Hacer una ruta por la sierra el sábado por la mañana (por ahí están La Morcuera, Cotos, Navacerrada - La Bola del Mundo, Canencia; ya os propondré distintas posibilidades, en julio volveré por la zona a investigar, aunque la mayoría de las cosas ya las he hecho). El resto del fin de semana, ya decidiríamos qué hacer: hacer turismo rural por la sierra, salir por la noche en Madrid, comer unos buenos judiones de La Granja... hay mil posibilidades). Ya dieron el "sí quiero" Andrés, Dani y Julián. Moiso, muy probablemente venga. Jesús, Javi, Manolo, Chevi... se lo pensarán. Hay gente que no estaba y gente a la que no pregunté (Diego, ¡cuento contigo!). La cuestión es que lo vayáis pensando y así lo organizo con los que me digáis, con un tiempo razonable. Seguro que estará genial.

A partir de la famosa rotonda de Olocau, fuimos a relevos Moiso, el pequeño de los Schleck y yo (Dani y José Luis iban un punto más). La verdad es que me encontré de maravilla. Ahí tenía que hacer una serie larga, para acumular más fondo, y fue genial. Mucho mejor que la fase alérgica de la Cueva Santa. Mejor me quedaré con esto. En Santa Bárbara hice otra serie, al final, para acabar un poquito más reventado si cabe.

En la parada, Moiso cambió su rueda (había pinchado en Alcublas), y volvimos a casa tranquilamente.

Esta semana, más y mejor. La última etapa larga antes de Quebrantahuesos. La oficial es a Chelva. Algunos iremos a Ahíllas. Un entrenamiento genial. DANI, NOS VEMOS ESTE FINDE.

PD: Un placer ver al bueno de Maset en el coche. ¡¡¡Deberíamos convencerle para que viniera en todas la etapas!!!