El estreno de un coloso

Comenzó la semana con un par de etapas aparentemente sin mayor trascendencia. Tanto martes como jueves, después de la Brevet de Massamagrell del sábado anterior, realicé la misma ruta.

Nunca me ha gustado hacer entrenamientos excesivamente largos entre semana. Prefiero muchos y cortos, siempre que se pueda. En este caso, fui tranquilamente al Puerto de Mestanza. Lo tengo al lado de casa. Para los valencianos, es un puerto algo más sencillo que el Oronet. Sus rampas suelen estar entre el 5% y el 7%. Los asiduos a este blog ya lo conocéis de sobra.

A diferencia de otros años, estoy paseando, sin preocuparme de pulsos ni de velocidades medias, ni de mejores registros. Salir a disfrutar, simplemente eso. Parece que a la larga va mejor, porque estoy llegando muy fresco a los momentos que realmente quiero. Ya veremos el resto del año. Creo que tiene razón Fernando I, que de esto sabe un rato. No hay que machacarse entrenando, ni tampoco obsesionarse demasiado con las kilometradas. Es más importante coger el ritmo de pelotón y responder a los cambios bruscos. La combinación de esas etapas tranquilas entre semana con las exigencias de los Rodadores los sábados está resultando muy fructífera hasta la fecha.

Centrémonos en el sábado. Se salió por Puçol, de manera que no se acumulara excesiva dureza para el grupo trasero. Inicialmente se rodó relativamente tranquilo, hasta que en el Camí de Llíria comenzó a animarse la cosa.

Fernando II, quien en la clasificación ya ocupa plaza de podium en la Montaña, andaba un poco nervioso tratando de controlar el grupo. Ya dentro de la carretera de Teruel, José Luis y Pau marcharon hacia delante, fruto del pletórico estado de forma que ya demostraron días atrás en la Brevet. Chuky también anduvo, sin querer, en la escapada, si bien tuvo un alarde inusitado de generosidad desmedida y optó por esperar al grupo que le precedía. Ahí íbamos el resto de los "primeras espadas" que estábamos en condiciones.

Por detrás, Javi, Aurelio y Dani, cada cual con una dolencia diferente, y Josevi, mirando el pulsómetro de cara a la Quebrantahuesos, eran algunos de los integrantes de un grupo en el que cabe destacar a Paco Martínez, quien se está ganando a pulso el cariño de los compañeros, por su entrega e ilusión. Con 67 años, es capaz de completar todas las etapas en un grupo bastante delantero y generando muy buen ambiente. ¡Ya nos gustaría llegar a su edad la mitad de bien que él a más de uno!

Mientras, por delante, Fernando II trataba de reducir distancias con José Luis y Pau. El resto, estábamos charlando tranquilamente, a sabiendas de la dureza que restaba a la jornada. Fernando I daba una lección magistral acerca de la alimentación del ciclista de élite. Juanito tiene mucho que aprender. Todavía no conoce los soles de los ultramarinos. Demasiada profesionalización en un mundo en el que lo que realmente triunfa son los soles.

Fernando II continuaba empeñado en cazar al dúo delantero, mientras el resto picábamos un poco a Juanito, gran protagonista de la etapa, quien nos confesó que "ha cambiado", "ya no le gusta hacer gilipolleces, aunque tiene el mono". Total, que le sugerimos de broma que hiciera una de las suyas y se perdiera en la rotonda de Torres Torres, como alguna vez llegó a hacer en plena contrarreloj de Casinos, pero por suerte no fue así.

Finalmente, nos unimos a otro grupo, y acabamos llegando a Segorbe relativamente tranquilos. Quedaba la ascensión final a la Ermita de San Cristóbal, en Castellnovo. La descubrí el año pasado, en una de esas etapas de I+D+i, como le gusta decir al bueno de Paco. Más tarde, subimos juntos Fernando I, Chevi, Dani y yo. Éste fue el estreno de este pequeño coloso con Rodadores. En 19 años de historia no se había subido nunca, así que fue una jornada muy especial.

Aquí tenéis el perfil preparado por Paco: http://www.rodadores.clubciclista.info/es/altimetria/vm_s.asp?id=90

Como podéis ver, son apenas 1.7 kms, si bien el 11.7% de pendiente media y las rampas al 19% consiguen que no sea pecata minuta. El inicio es demoledor, con pendientes increíbles, sin ningún descanso, y una sucesión de preciosas curvas de herradura. A mitad de puerto, hay un mirador, a partir del cual puede encontrarse algún tramo algo más llevadero, si bien la ascensión no está exenta de dificultad hasta la cima.

Completamos la subida: José Luis Fernández, Pau Gil, Fernando Vidal, Paco de Casa, Fernando Serrano, Juan López, Vicente Córdoba, Toni Castro y un servidor. El resto, bien porque las rampas eran excesivas, por no llevar un desarrollo adecuado, o por arrastrar enfermedades varias, prefirieron ser prudentes.

La perspectiva desde la cima era espectacular. Los ánimos de Vicente Ferrándiz desde el coche de apoyo también ayudaron. El descenso también proporcionó imágenes para el recuerdo.

Gran puerto. Gran aventura. Gran reto. Volverá, a buen seguro, en el calendario del año que viene. Destila épica. Huele a clásico.

El almuerzo de Soneja, en la línea, resultó muy agradable. En la televisión, por cierto, emitían imágenes de un canal local con alguna fiesta casposa de algún pueblo, en el que el vestuario carnavalero recordaba a estrellas trasnochadas del mundo de las vedettes de la época del destape. Lo curioso es que ese vestuario era amarillo y azul, con lentejuelas. Algunos hicieron referencia a una posible influencia para la equipación del XX aniversario. Otros recordamos el regalito que le hicimos a Fernando I hace unos años cuando logró el Campeonato de la Montaña. Por lo visto, causó un shock a nivel familiar. No me extraña.

Volvimos relativamente agrupados. Antes del Oronet todavía dio tiempo a tener algún pequeño escarceo, y la subida resultó, como siempre, dura para unos y relajada para otros. Al gusto del consumidor. Esta vez, Fernando I se dejó de estar hablando de soles y ocupó el primer lugar.

De vuelta a casa, en Santa Bárbara, volví a dar clases particulares de cómo afrontar una colina. En esta ocasión el sprint subía de nivel. Nada menos que con Paco. ¡Eso es mucho decir!

Por último, quisiera destacar la asistencia de algunos socios "nuevos" que pronto se han consolidado como parte importante de la peña. La integración ha sido rápida y ya han pasado a ser tan "queridos" como el que más. Igual que ocurrió en 2011 con Fernando II; Pau y Toni son parte importante del pelotón cabecero. Ya uno no se lo imagina sin ellos. Vicente Ferrándiz, Miguel Ángel Honrubia, y Rubén también asistieron. Hay muchos más, eso es muy bueno. Tan bueno como eso, es que se vayan consolidando, como es el caso de los ya citados, además de Carol, José, etcétera...

El domingo decidí descansar. Se acercaba la Semana Santa, y prometía ser muy interesante. Os aseguro que lo fue. En los próximos días tendréis la crónica.