Una de cal y otra de arena...

Poco os puedo contar de mis etapas la semana pasada. Al igual que el año pasado, este mes de octubre ando con un poco de depresión post-temporada, y me cuesta hacer etapas realmente largas si no es en compañía. Así que esta semana he aprovechado para hacer una etapita llana en Puertollano, sin más complicaciones que el viento en contra que ha soplado entre Almodóvar del Campo y Villamayor de Calatrava. Horrible. Espero que no se repita la mala suerte del invierno pasado, cuando salir en bicicleta por esta zona fue una auténtica odisea, entre la lluvia y el viento. El agua, al menos, tiene una gran utilidad para abastecer a una región que no puede presumir precisamente de este bien, pero el viento... ¿para qué sirve? Para muy poquito, a no ser que me vengáis ahora con la energía eólica, o el cuidado del cutis. Básicamente, cuando uno va en bici, sirve para molestar y poco más.

En esta época es precisamente en la que me pregunto cómo podía estar hace poco subiendo el Tourmalet, el Aubisque, o los puertos míticos de la Sierra de Madrid, o hace unos meses participar en la Quebrantahuesos, en la Subida al Veleta, en los Siete Picos de Requena, en Ayora, o en las brevets de 200 kms de Puertollano y Massamagrell. ¡Me queda eso tan lejano! La respuesta, evidentemente es que sí, pero siempre en octubre me acabo preguntando si volveré a ser capaz de hacer etapas de ese tipo. Supongo que a partir de ahora, que voy a encadenar casi 5 semanas seguidas con Rodadores, el ánimo va a cambiar. Apetece salir, y almorzar con los compañeros, cosa que luego durante el año no se suele hacer, por aquello de preparar bien las marchas.

Dicho esto, no puedo hacer otra cosa que lamentar la caída de Andrés. Los que estuvisteis allí, en ese descenso de Gátova a Olocau lo sabréis mucho mejor. Por lo que he hablado con él, fue una caída un poco tonta, cuando no se circulaba precisamente rápido... Cosas que pasan. Ahora lo importante es que la operación vaya bien, y se recupere adecuadamente de las lesiones en la clavícula y en el hombro. Está claro que no se le desea esto a nadie, pero sabe especialmente mal que le ocurra a un compañero como Andrés, una persona con la que siempre se tienen sonrisas y buenas palabras.

Esperemos que todo vaya bien, como seguro ocurrirá, y le veamos pronto de nuevo por las carreteras. Al menos, hasta entonces, espero que se pase algún que otro día como acompañante en el coche, ya que los almuerzos no serán iguales sin él.

Desde luego, cada semana se nos cae una promesa. En la marcha de Valencia el pequeño de los Schleck (promesa juvenil), ahora Andresito (promesa master 40)... llevamos mala racha. Puestos a ser positivos, al menos estos accidentes han ocurrido a final de temporada.

Andy (Bonell), te esperamos pronto con nosotros. Ya sabemos que no nos vas a tapar mucho el aire, que vas a ir a rueda todo el día (aunque a veces pasas cuando esta gente te lo permite...), pero... las etapas no son lo mismo sin el cachondeíto que te traes y sin la visión de esas piernas que derrochan tanta melanina. A falta de encontrar la mítica foto de la etapa de Albentosa, en uno de esos famosos repechos... seré bueno y pondré unas cuantas fotos en la que parece que seas un gran campeón... (que lo eres). (La primera de ellas, con ese gran pupilo, el bueno de David).

Y como no hay que ponerse melancólicos... ¡una gran noticia! ¡Vuelven Los Degollaos! Ya sabéis que ésta es la marcha que más aprecio, por muchos motivos: la zona me trae grandes recuerdos a nivel personal, el recorrido es fabuloso, y la organización es realmente buena. José María Roqueta, alma mater de esta aventura, me ha confirmado que se volverá a disputar, tras el parón de este año, tan triste como comprensible, a causa del incendio que ocurrió en el verano de 2009 en aquellas tierras turolenses. Nunca mejor dicho, la mejor marcha resurge de sus cenizas, cual Ave Fénix... y, si no pasa nada, allí estaré. Será el 16 de abril de 2011, fecha que tengo grabada en el calendario desde el momento en el que la conocí. Esto supone que es bastante factible que unas semanas antes me plantee volver a participar en la Brevet de Puertollano. Espero que os apuntéis alguno. Se trata de una marcha magnífica. En próximas fechas, intentaré contaros más cosas acerca del recorrido (supongo que se mantendrá el de años anteriores, aunque éste puede también hacerse en dos sentidos diferentes, siendo el clásico el que subía Degollaos, Cuarto Pelao, Villarroya y Majalinos, en este orden). En cualquier caso, sea éste el recorrido, o cualquier otro, seguro que José María Roqueta y los suyos volverán a organizar la marcha con el cariño habitual, el mismo que ha hecho que muchos de los que la conocemos les seamos tan fieles.